Esta semana las redes se movieron con una historia que, más allá de lo viral, debería preocupar a cualquier persona que tenga una marca, una idea de negocio o incluso una comunidad digital que esté construyendo con esfuerzo:
Frisby, la tradicional cadena de pollo colombiana, descubrió que en Europa estaban usando su nombre, logo y discurso para vender franquicias… sin que ellos tuvieran absolutamente nada que ver.
Sí, así de directo.
Una empresa en España, bajo el nombre de “Frisby Europa”, estaba ofreciendo “la expansión oficial” de la marca en el continente europeo. Todo con una identidad visual casi idéntica, publicaciones bien hechas, y un discurso que parecía legítimo. ¿El problema? Era completamente falso. Pero eso no detuvo a quienes lo estaban moviendo.
La noticia explotó en medios, TikTok, X (antes Twitter) y hasta llegó a WhatsApp. Y aunque Frisby ya salió a decir públicamente que no tiene relación alguna con esa supuesta expansión, el daño está hecho: confusión entre clientes, desinformación, y una gran pregunta que queda flotando en el aire para todos:
¿Qué tan protegida está tu marca?
Esta historia no solo es una anécdota curiosa. Es una llamada de atención. Porque la identidad digital de una marca no es solo un nombre o un logo. Es una estructura completa de confianza que se construye con los años… y que se puede perder en minutos si no la cuidas.

Lecciones que deja el caso Frisby (y por qué deberías aplicarlas hoy)
1. Tu marca no es solo un registro local
Registrar tu marca en la Cámara de Comercio es solo el comienzo. En un mundo donde vendes por Instagram, haces envíos internacionales o te siguen desde otros países, necesitas pensar más allá.
¿Tienes tu marca registrada fuera del país? ¿En Europa, Estados Unidos, o siquiera en tu propio dominio .com o .co?
Frisby no tenía su marca registrada en la UE, y eso permitió que alguien más lo hiciera primero.
2. El branding no te protege legalmente
Puedes tener un logo hermoso, una paleta de colores definida y un manual de marca digno de una multinacional. Pero si no tienes registro, dominios asegurados, perfiles verificados, o políticas claras en tus contratos con partners y aliados… todo eso es vulnerable.
3. Tu comunidad es clave para detectar fraudes
Frisby se enteró del problema gracias a la gente. Fueron sus propios seguidores los que comenzaron a preguntar, alertar y compartir lo que parecía “raro”.
Eso habla de algo muy poderoso: si tu comunidad confía en ti, también puede ayudarte a cuidar tu marca. Pero para eso, debes estar presente, responder, comunicar y ser transparente cuando haya problemas.
Entonces, ¿qué deberías revisar hoy mismo?
Aquí una checklist básica que cualquier marca o emprendimiento debería tener al día:
- ✅ ¿Tu nombre de marca está registrado legalmente?
- ✅ ¿Tienes asegurado tu dominio web principal y variaciones?
- ✅ ¿Tu marca está registrada en otros países donde vendes o planeas vender?
- ✅ ¿Tienes activada la verificación en redes sociales?
- ✅ ¿Tu equipo tiene doble autenticación y protocolos de seguridad digital?
- ✅ ¿Monitoreas regularmente si hay cuentas falsas o usos indebidos de tu marca?
- ✅ ¿Tienes una estrategia de respuesta ante crisis digitales?

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