Oye, sé sincero: ¿cuántas veces te has encontrado con marcas que suenan… todas igual? “Innovadores”, “líderes en el mercado”, “pasión por el cliente”… ¡Ya, por favor! Parece que todos están leyendo el mismo guion.
Pero aquí entre nos: la gente está cansada de eso. En un mundo donde todos quieren verse perfectos, los que se atreven a ser reales, imperfectos y transparentes ganan corazones (y sí, también clientes).
¿Por qué importa tanto ser auténtico?
Porque nadie quiere hablar con robots. Nadie quiere que le vendan algo usando las mismas frases de siempre. La autenticidad rompe barreras: hace que la gente confíe en ti, te escuche y, lo mejor, se quede contigo.
Piensa en las marcas que amas. Seguro no es solo por lo que venden, sino por cómo te hacen sentir. Son marcas que se equivocan y lo cuentan. Que celebran sus logros pero también sus procesos. Que no esconden quién está detrás.
Autenticidad es cuando una marca dice: “Hoy no fue nuestro mejor día, pero aquí seguimos, trabajando por ustedes.” Y tú, desde el otro lado, piensas: “Ey, qué chévere que sean así de reales.”
La transparencia va de la mano
Autenticidad y transparencia son como el café y el pan: juntos saben mejor. Ser transparente no significa contarlo TODO, pero sí ser claro, no engañar, no disfrazar.
Por ejemplo:
-¿Subiste precios? Explícalo
-¿Tuviste un retraso? Dilo antes de que el cliente pregunte.
-¿Cambiaste algo en tu producto? Comunícalo con emoción, no con miedo.
Cuando eres transparente, la confianza crece. Y en marketing digital, la confianza es oro puro.
Pero… ¿cómo se ve eso en el día a día?
Te dejo ideas sencillas:
-Muestra cómo haces lo que haces: procesos, detrás de cámaras, historias reales.
-Dale voz a tu equipo: que las personas conozcan quién está detrás de la marca.
-Responde como humano, no como plantilla.
-Si cometes un error, admítelo rápido y soluciona.
La autenticidad no es solo una “estrategia bonita” para redes: es lo que hará que tu marca sea recordada, recomendada y querida.
Una reflexión final
Al final, todos estamos buscando conexiones reales. Y si tu marca puede ser ese espacio honesto, transparente y auténtico, vas a marcar la diferencia en medio de tanta “perfección” falsa.
Así que: no tengas miedo de mostrarte tal cual eres. En este mundo de filtros, ser auténtico es tu mejor filtro.
¿Te animas a ser la marca que conecta de verdad?
Nos leemos el próximo #LegaThursday, porque el marketing también se siente
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